Torres del Río ya cuenta con depuradora - NILSA

NILSA

Notas de prensa

2020

2 de octubre de 2020

Torres del Río ya cuenta con depuradora

Torres del Río, con 135 habitantes, cuenta ya con su propia depuradora, una instalación que ha logrado unificar los seis vertidos a diferentes cuencas que presentaba la localidad. El casco urbano, que se sitúa en lo alto de un collado, está rodeado por dos ríos, el Linares y el Mariañanas, afluente del primero, que contaban con puntos de vertido en ambas márgenes, así como con varias fosas sépticas, que han sido demolidas. Con esta solución, todo el caudal se trata en la planta.
 
Además, se trata de un enclave histórico-turístico en la ruta del Camino de Santiago, lo que supone que recibe gran cantidad de peregrinos. La estimación del número de pernoctaciones es compleja, pero el cálculo medio del Ayuntamiento es de unos cien caminantes al día. Esto también se ha tenido en cuenta a la hora de redactar el proyecto de la instalación, cuya capacidad de tratamiento es para un caudal medio diario de 1,06 litros por segundo (92 m³/día), siendo el máximo admisible 7,43 litros por segundo, momento a partir del cual la planta dejaría de funcionar, caso muy improbable, dado que es siete veces más del caudal medio previsto. El caudal que se ha considerado en momentos de fuertes avenidas de agua, por episodios de lluvias torrenciales o tormentas, por ejemplo, es de 2,55 litros por segundo.
 
La operación y mantenimiento de la planta corresponde a la Mancomunidad de Montejurra, ya que NILSA construye todas las depuradoras de Navarra, pero las del ámbito de Montejurra y de la Comarca de Pamplona son posteriormente gestionadas por ambas mancomunidades, mientras que el resto sigue siendo responsabilidad de la empresa pública dedicada al saneamiento y adscrita al Departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra.
 
En el caso de Torres del Río, el proyecto ha llevado varios años, dado que los estudios de alternativas han sido muy complejos por la gran cantidad de vertidos, situados en diferentes márgenes de los dos ríos, y la escasa disponibilidad de parcelas adecuadas para la ubicación de las instalaciones. Además de la propia depuradora, se ha construido en hormigón armado una estación soterrada de bombeo, en la margen izquierda del río Linares. La estación de bombeo tiene tres cuerpos: en el primero existe una primera arqueta de recepción. En el segundo se han instalado dos bombas, una en reserva. El tercer cuerpo se reserva para válvulas. La estructura de hormigón únicamente sobresale del terreno unos 20 centímetros, por lo que no interfiere en el flujo del río al encontrarse enterrada, al mismo tiempo que no se verá afectada por una eventual inundación ya que las bombas son de tipo sumergible. Los cuadros eléctricos se han situado junto al camino de acceso, fuera de la zona inundable.
 
Por otra parte, la conexión de los vertidos a este bombeo se ha realizado a través de dos emisarios de aguas residuales, fabricados en PVC, de 207 y 92 metros de longitud. Se ha construido también un tercer emisario que llega directamente a la depuradora y tiene una longitud de 831 metros.
               
En cuanto al sistema de depuración, es el habitual empleado por NILSA en toda Navarra: filtro biológico con una decantación primaria previa y una posterior decantación secundaria, completado con un humedal final de 250 metros cuadrados y 80 centímetros de profundidad. El decantador constituye la depuración primaria, es decir la primera etapa que atraviesa el agua para irse limpiando. Tiene como objetivo eliminar, por efecto de la gravedad, los sólidos suspendidos de las aguas residuales. Estos sólidos suspendidos eliminados son, en su mayoría, materia orgánica y se denominan floculantes o fango primario.
 
En una línea de tratamiento de agua residual puede haber uno o más decantadores, en función de la complejidad que tenga la instalación o las etapas por las que necesite pasar el agua para resultar finalmente limpia, dada su carga contaminante. Los decantadores secundarios suelen ser más grandes que los primarios y garantizan la eliminación total de floculantes. Los humedales finales actúan como tercera etapa de depuración y también como balsas de retención en caso de necesidad.
 
Además, se ha dispuesto un sistema de telecontrol –supervisión a distancia, desde las oficinas de NILSA, de Mancomunidad de Montejurra o a través de internet–, que permite tener conocimiento inmediato de cualquier avería o alarma, que serán atendidas en un plazo máximo de 24 horas. Por otra parte, una pareja de mantenimiento visita dos veces por semana la instalación para realizar una supervisión de atascos y niveles de fango, inspección del estado general, retirada de residuos y basura, así como labores de jardinería.
 
La duración de las obras ha sido de diez meses: se iniciaron en la primavera de 2019 y finalizaron en marzo de 2020. Tras el confinamiento a causa de la pandemia por COVID19 y un período de pruebas, la puesta en marcha tuvo lugar en septiembre. La inversión necesaria ha sido de 807.631,85 €, que se han sufragado íntegramente con el canon de saneamiento, que todos los navarros y navarras pagan a través del recibo del agua y que gestiona NILSA.